La melodía cansada mi cuaderno se borra,
los fríos atardeceres de un café sin poema,
de un epitafio roto,
de la melancolía gris
del otoño del arcoíris.

La figura de mi noctambulo va de prisa
mis alas de unicornio se quedaron en la noche
en el que mi poema estaba roto
sosteniendo el olvido de mi propia ceniza.