La determinación en nuestros sueños y metas clarifica el camino, llenándose de esperanza y optimismo aquello que nos hemos planteado, siempre hay dificultades y situaciones a superar que irremediablemente nos conduce hacia el objetivo planteado.

La derrota no debe ser un fantasma que se asome cada vez que tropezamos con una dificultad, siempre es importante y fundamental mantener la mente proyectada, redescubrir a uno mismo, que es capaz de crecer día a día.

Cualquier esfuerzo es válido si va encaminado a fortalecer nuestro interior y alimentar el espíritu del hombre, por ello renovar el espíritu es clave para una vida feliz.